Y también lo son sus políticas.
El sábado, The Times informó que Trump, si regresa al cargo, tiene la intención de aplicar políticas antiinmigración drásticas: recorrer el país en busca de inmigrantes indocumentados y construir enormes campamentos para, um, concentrarlos antes de deportarlos por millones. Los presuntos miembros de cárteles y pandillas de la droga serían expulsados sin el debido proceso. ¿Sospechoso por quién y por qué motivos? Buena pregunta.
Si cree que nada de esto debería preocuparle, porque es ciudadano estadounidense, debe saber que el Día de los Veteranos, Trump pronunció un discurso en el que prometió «extirpar de raíz» a los «matones de la izquierda radical» que, dice, haciéndose eco de los gustos de hitler y mussolini – infestan a Estados Unidos “como alimañas”. ¿Quién se considera “izquierda radical”? Bueno, los republicanos de hoy (no sólo Trump) tienen una definición muy amplia. Después de todo, habitualmente acusan a Joe Biden de ser un marxista.
Dada toda esta retórica antidemocrática, parece casi descabellado señalar que una guerra trumpiana contra los inmigrantes también sería un desastre económico. Pero lo sería.
Aparentemente eso no es lo que creen los trumpistas. Ese artículo del Times cita a Stephen Miller, quien encabezó las operaciones antiinmigrantes cuando Trump estaba en la Casa Blanca, afirmando que las deportaciones masivas serán “celebradas por los trabajadores estadounidenses, a quienes ahora se les ofrecerán salarios más altos con mejores beneficios para cubrir estos puestos”.
Muy pocos economistas estarían de acuerdo.
En la medida en que detrás de la hostilidad trumpista hacia los trabajadores extranjeros hay algo más que pura xenofobia, parece ser la opinión de que Estados Unidos tiene un número limitado de empleos que ofrecer y que los inmigrantes les quitan esos empleos a los nativos. Sin embargo, en realidad, excepto durante las recesiones, el número de empleos y, por ende, el crecimiento de la economía, está limitado por la fuerza laboral disponible y no al revés.