Después de aprobar la controvertida reforma judicial del gobierno federal a principios de este mes, los legisladores del partido gobernante Morena y sus aliados ahora se preparan para aprobar un proyecto de ley constitucional que colocaría a la Guardia Nacional (GN) bajo control militar.
Y podrían lograr su objetivo antes de que el presidente Andrés Manuel López Obrador concluya su mandato de seis años el 1 de octubre, y así entregar un segundo regalo de despedida muy deseado al líder de 70 años.
Ricardo Monreal, líder de Morena en la Cámara de Diputados, dijo que esta semana podría realizarse la votación de la propuesta de reforma que López Obrador envió al Congreso en febrero.
“Vamos a deliberar y en su caso aprobar… la reforma de la Guardia Nacional”, dijo.
Morena y sus aliados, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), tienen una supermayoría en la Cámara de Diputados que les permite aprobar reformas constitucionales sin el apoyo de los partidos de oposición.
Ignacio Mier, subdirector de Morena en el Senado, dijo que espera que el debate del proyecto de reforma a la GN inicie en las comisiones de la Cámara Alta el próximo lunes, luego de su aprobación en la Cámara de Diputados.
Morena, el PT y el PVEM están a un voto de la supermayoría en el Senado, pero lograron un voto adicional para aprobar la reforma judicial la semana pasada.
El aspecto más polémico de la reforma a la Guardia Nacional es la disposición que colocará la fuerza de seguridad bajo el control de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
A finales de 2022, el Congreso aprobó una iniciativa de ley respaldada por López Obrador que modificó cuatro leyes secundarias y así allanó el camino para que la GN quedara bajo el control del ejército.
Sin embargo, la Corte Suprema dictaminó en abril de 2023 que la transferencia del control de la Guardia Nacional del Ministerio de Seguridad civil a la Sedena era inconstitucional, una decisión que enfureció al presidente.
López Obrador, quien sostiene que la Guardia Nacional debe estar bajo el control de los militares para evitar la corrupción y garantizar el profesionalismo de la fuerza, preparó posteriormente un proyecto de ley constitucional para devolverle a la Sedena la responsabilidad de la fuerza de seguridad que creó su administración.
La GN se creó en 2019 bajo un mando civil consagrado en la Constitución.
Los partidos de oposición, los críticos del gobierno y algunas organizaciones de derechos humanos señalaron la transferencia del control de la Guardia Nacional al ejército en 2022 como otro ejemplo de la militarización de México que, según afirman, ha ocurrido durante el actual gobierno. Human Rights Watch ha advertido que la política de seguridad militarizada del gobierno corre el riesgo de facilitar los abusos de las fuerzas de seguridad y no reducir los delitos violentos.
López Obrador ha dependido fuertemente de las fuerzas armadas durante su sexenio, utilizando las diferentes ramas del ejército para la seguridad pública, la construcción de infraestructura y la gestión de puertos, aeropuertos y aduanas, entre otras tareas no tradicionales.
En total, su proyecto de ley GN pretende modificar 12 artículos de la Constitución. Entre sus objetivos se encuentran:
- Adscribir la Guardia Nacional al Ministerio de Defensa.
- Definir a la Guardia Nacional como una fuerza de seguridad pública profesional que forma parte del ejército pero cuyos miembros tienen entrenamiento policial.
- Autorizar al Congreso a ratificar los nombramientos de alto rango de la Guardia Nacional hechos por el Presidente.
- Autorizar al Presidente a utilizar la Guardia Nacional tanto para fines de seguridad interna como de defensa externa.
- Dar al personal de la Guardia Nacional los mismos derechos y beneficios que a los miembros de las fuerzas armadas.
- Facultar a la Guardia Nacional para realizar investigaciones bajo el mando y dirección de la Procuraduría General de la República.
La Guardia Nacional cuenta actualmente con unos 130 mil elementos desplegados en las 32 entidades federativas de México. En 21 estados, el número de efectivos de la GN supera al de los policías, informó el martes el periódico Reforma.
La fuerza de seguridad juega un papel clave en la lucha contra el tráfico de drogas, incluido el fentanilo, y también ha sido utilizada por el gobierno para frenar el flujo de migrantes a la frontera entre México y Estados Unidos.
Cuando se inauguró la GN el 30 de junio de 2019, el entonces ministro de Seguridad, Alfonso Durazo, declaró que la creación de la Guardia Nacional “marcaría el inicio del fin de la violencia en nuestro país”.
“Con total responsabilidad podemos decir que… los días más oscuros de inseguridad quedarán en el pasado”, afirmó.
Sin embargo, las cifras de homicidios continuaron aumentando en la primera mitad del sexenio de López Obrador antes de disminuir en años más recientes, aunque siguen siendo muy altas.
La presidenta electa Claudia Sheinbaum apoya plenamente la colocación de la Guardia Nacional bajo el control del ejército, así como varios otros proyectos de ley constitucionales que el presidente envió al Congreso a principios de 2024.
Con informes de Reforma y El Financiero