Ciudad de México. El principal riesgo fiscal de esta administración y la siguiente es Petróleos Mexicanos (Pemex); se puede traducir en un recorte a la nota soberana del país si no se encuentra una forma de arreglar la petrolera sin más transferencias y apoyos federales; y como contingencia tampoco menor está el que no se haga un ajuste a todo el balance público el próximo año, advirtió Carlos Capistrán, economista en jefe para América Latina y el Caribe en Bank of America (BofA Securities).
Enfatizó que este año se aprobó el déficit más alto en tres décadas y para el siguiente la Secretaría de Hacienda y Crédito Público proyectó una superávit que está condicionado a un recorte de 3 puntos porcentuales en el gasto, de la dimensión de lo que está haciendo Javier Milei en Argentina. Esta situación deja menos margen para el primer año de la siguiente administración, que será el centro de análisis de las calificadoras de riesgo para mantener o modificar la nota crediticia del país.
“Si la próxima administración continúa con un déficit grande, ya sea por Pemex o por otras razones, sí aumentaría de una forma significativa el riesgo de que las calificadoras comiencen a reducir la calificación crediticia de México (…); está en riesgo la calificación crediticia si no se hace un ajuste fiscal importante el siguiente año y si no se arregla Pemex de una forma en que el gobierno federal no tenga que estarle pasando dinero como lo ha estado haciendo en los últimos años”, consideró.
En comentarios sobre la reforma de pensiones enviada por el Ejecutivo al Congreso, el analista zanjó: “los montos no cuadran”. El fondo semilla de más de 64 mil millones de pesos que propone el presidente Andrés Manuel López Obrador es pequeño respecto al pasivo pensionario con los ajustes que se proponen y no cuenta con ingresos recurrentes.
Fin del súperpeso
El tema más relevante en términos económicos para este año es que el Banco de México comience a reducir su tasa de interés, adelantó Capistrán. Hay datos y anuncios en ese sentido, pero el punto es de qué dimensión será el recorte.
La institución financiera pronostica que la inflación cierre 2024 en 4.9 por ciento, con un margen de que se reduzca en hasta 80 puntos su componente subyacente. A diferencia de otros grupos de análisis, en BofA no se cuenta con que el índice nacional de precios al consumidor llegue al objetivo de 3 por ciento del Banco de México “este año ni el que sigue”.
Con la inflación vacilante, que ha ido reduciéndose a tasa anual, pero que desde los últimos meses de 2023 ha visto un repunte, no se sabe el curso que tendrá la política monetaria en el país. Una guía puede venir de la Reserva Federal (Fed, por su sigla en inglés), explicó Caspistrán.
Los analistas estiman que el banco central de Estados Unidos reduzca una reunión sí y otra no sus tasas de interés a lo largo del año. En el caso del Banco de México se espera que desde el cónclave de marzo se haga un recorte de 11.25 a 11 por ciento en la tasa de referencia para después acelerar en la segunda mitad del año.
De acuerdo con lo previsto en BofA, en la segunda mitad del año el Banco de México podrá hacer recortes de hasta 50 puntos base, dada una desaceleración de la economía mexicana. En general, Capistrán pronostica que al cierre del año la tasa de referencia en el país habrá cedido 200 puntos, o 2 por ciento, para llegar a 9.25 por ciento.
Este recorte a la tasa de interés abonará al “fin del superpeso”, comentó. De acuerdo con BofA la moneda mexicana se irá depreciando, se espera que cierre el año en 18.5 por dólar, a medida que se recorta el puntal que ha significado la política monetaria.
“Ahora sí (el peso) se va a comportar más como se comportaba usualmente”, y no sólo por la política monetaria, también se debe a que en las estrategias de inversión no se promueve vender pesos, pero ya no se recomiendan comprarlo como sí se dio en un tiempo, explicó el economista de BofA.