Ciudad de México. El crecimiento de la economía mexicana disminuirá este año respecto a 2023, pero “aún se debería encontrar por encima del promedio latinoamericano, debido a un salario mínimo más alto, a un fuerte gasto gubernamental y a la inversión proveniente de la relocalización de la cadenas de suministro (nearshoring)”, reportó FocusEconomics.
Con base en los estimados de 53 grupos de análisis, entre instituciones privadas, públicas y organismos financieros internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, la consultoría reportó que este año se espera un crecimiento de 2.3 por ciento en la economía de México y de 1.9 por ciento el siguiente.
El producto interno bruto (PIB) en el último trimestre de 2023 se desaceleró –avanzó 0.1 por ciento respecto al periodo inmediato anterior–; sin embargo, FocusEconomics destacó que el crecimiento anual superó el promedio latinoamericano, debido a mayores remesas y empleo; a la fortaleza de las exportaciones a Estados Unidos; y a los proyectos de turismo e infraestructura pública que impulsaron la construcción.
De acuerdo con los analistas consultados por FocusEconomics se espera que en el primer trimestre de 2024 el PIB de México se recupere de la desaceleración del cierre del año pasado. “La salud de la economía estadunidense es un factor de riesgo clave, ya que influirá en el comercio y las remesas”.
“Las primeras señales son bastante alentadoras: la confianza del consumidor, el indicador de pedidos manufactureros y la producción de vehículos aumentaron en enero respecto a diciembre”, al tiempo que los datos de Estados Unidos reportados en lo que va de 2024 “son un buen augurio para la economía de México”.
“Esperamos que la actividad continúe creciendo a un ritmo superior a la tendencia de 2.8 por ciento, respaldado por una postura fiscal expansiva. Los beneficios del nearshoring también pueden respaldar la actividad este año”, comentaron los analistas de Itaú Unibanco a FocusEconomics.
Alberto Ramos, de Goldman Sachs, destacó que las altas tasas de interés, una brecha laboral y de producción positiva y la incertidumbre política y regulatoria en sectores clave pueden volverse obstáculos para la actividad. Por otro lado, el gasto de los hogares, un contexto sólido del mercado laboral (por la creación de empleo formal y aumentos en el salario mínimo), una inflación moderada y un presupuesto expansivo pueden favorecer la actividad.
“A lo largo de 2024, México debería seguir superando el promedio latinoamericano, aunque en menor medida que en 2023”, consignó FocusEconomics. “América Latina seguirá teniendo un desempeño inferior al promedio mundial este año debido a la actual incertidumbre política y a la falta de competitividad económica frente a otros mercados emergentes”.
De acuerdo con los analistas consultados por la firma, se espera que el PIB de América Latina crezca 1.6 por ciento en 2024 y 2.3 por ciento en 2025.