Los precios del petróleo subieron el viernes, pero registraron sus pérdidas semanales más pronunciadas desde marzo, después de que otro levantamiento parcial de la prohibición de exportación de combustible de Rusia agravó los temores sobre la demanda debido a los vientos macroeconómicos en contra.
El petróleo West Texas Intermediate, de referencia en el continente americano, cerró este viernes en 82.79 dólares por barril, 48 centavos más que el jueves, pero ocho dólares menos que una semana antes. En tanto, el tipo Brent, de referencia en Europa, finalizó ayer en 84.58 dólares el barril, un avance de 61 centavos de dólar respecto al día previo y un retroceso de 10.7 dólares en comparación con el fin de la semana previa.
La mezcla mexicana de petróleo de exportación se negoció ayer en 77.84 dólares por barril, 32 centavos más que el jueves, aunque una disminución de 9.8 dólares respecto a una semana antes, reportó Pemex.
El descenso en los precios de referencia del petróleo es resultado de la preocupación de que las tasas de interés persistentemente altas desaceleren el crecimiento global y afecten la demanda de combustible, incluso si Arabia Saudita y Rusia reducen los suministros, países que dijeron que continuarán con los recortes de suministro hasta fin de año.
El crecimiento del empleo en Estados Unidos aumentó en 336 mil en septiembre, superando con creces las previsiones de los economistas de un aumento de 170 mil.
La visión sobre las cifras es dispar para los precios del petróleo. Una economía estadounidense robusta podría impulsar la confianza en la demanda de petróleo a corto plazo, dijeron los analistas, pero a la inversa, los datos resultaron en un dólar estadounidense más fuerte y mayores apuestas sobre otra subida de tasas de interés en 2023.
Un dólar estadounidense fuerte suele ser negativo para la demanda de petróleo, ya que encarece la materia prima para los tenedores de otras monedas.