Específicamente, la cláusula dice que las personas no son elegibles para ocupar ningún cargo federal o estatal si prestaron juramento de respetar la Constitución en uno de varios roles gubernamentales, incluido el de “funcionario de los Estados Unidos”, y luego participaron en una insurrección o rebelión. contra Estados Unidos o ayudó a sus enemigos. La cláusula también dice que una votación por mayoría calificada en el Congreso podría anular dicha sanción.
De acuerdo a un informe del Servicio de Investigación del Congreso, no se consideró necesaria una condena penal: los fiscales federales entablaron acciones civiles para destituir a funcionarios que eran ex confederados y el Congreso se negó a nombrar a ciertos miembros bajo la cláusula. El Congreso aprobó leyes de amnistía en 1872 y 1898, levantando las penas impuestas a los ex confederados.
¿Es el presidente un ‘funcionario de los Estados Unidos’?
Trump es único entre los presidentes estadounidenses: nunca ha ocupado ningún otro cargo público y solo prestó juramento a la Constitución como presidente. Esto plantea la cuestión de si la cláusula de inhabilitación cubre el juramento que prestó. Si bien en el discurso ordinario un presidente es claramente un “funcionario de los Estados Unidos”, existe una disputa sobre si excluye a los presidentes como término constitucional del art.
En 2021, dos juristas conservadores, Josh Blackman de la Facultad de Derecho del Sur de Texas en Houston y Seth Barrett Tillman de la Universidad Nacional de Irlanda, Maynooth, publicado un artículo de revisión de la ley sobre la cláusula argumentando sobre bases textualistas y originalistas que un presidente no cuenta como funcionario de los Estados Unidos. Entre otras cuestiones, se centraron en el lenguaje sobre los “funcionarios” en la Constitución original ratificada en 1788, incluido el lenguaje sobre los juramentos que pueden interpretarse como una distinción entre los funcionarios designados del poder ejecutivo y los presidentes, que son elegidos.
El verano pasado, otros dos juristas conservadores: William Baudé de la Universidad de Chicago y Michael Stokes-Paulsen de la Universidad de St. Thomas – publicado un artículo de revisión de la ley que invocó una metodología similar pero concluyó que Trump no es elegible para la presidencia. “Esencialmente toda la evidencia relativa al significado textual original” de la cláusula apuntaba en esa dirección, argumentaron los académicos. Entre otras cosas, escribieron que frases como “oficial de los Estados Unidos” deben leerse “con sensatez, naturalidad y en contexto, sin artificios” que las convertirían en un “’código secreto’ cargado de significados ocultos”.