Los boletos para el primer viaje del Tren Maya se agotaron en menos de una hora el viernes.
El primer servicio del nuevo ferrocarril partirá de la ciudad de Campeche hacia Cancún a las 7 am del 16 de diciembre.

Los boletos salieron a la venta a las 11 am, y 50 minutos después la cuenta oficial del Tren Maya en la plataforma de redes sociales X Anunciado todos habían sido vendidos. Algunos medios informaron que las entradas se agotaron en cuestión de minutos.
“Gracias por ser parte de la historia. … Te invitamos a abordar el Tren Maya en los próximos viajes”, decía la publicación del Tren Maya en X.
Este viernes estuvieron en subasta boletos en clase turista y primera clase para el viaje Campeche-Cancún. El primero cuesta 1.166 pesos (unos 68 dólares estadounidenses), mientras que el segundo cuesta 1.862 pesos (unos 108 dólares estadounidenses).
Los compradores debían unirse a una “fila virtual” para comprar los boletos en el sitio web de boleto electrónico. No está claro cuándo saldrán a la venta los billetes para otros viajes.

El presidente López Obrador anunció el mes pasado que el tramo Campeche-Cancún del ferrocarril de 1.554 kilómetros de longitud comenzaría a operar el 15 de diciembre.
El tramo entre Cancún y Palenque, Chiapas, se inaugurará el 31 de diciembre, mientras que todo el ferrocarril y sus 34 estaciones estarán operativas el 29 de febrero, dijo.
El proyecto multimillonario conectará ciudades y pueblos de cinco estados: Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Chiapas.
El ferrocarril se considera el proyecto de infraestructura emblemático del gobierno actual, y López Obrador –que aspira a revivir la alguna vez vasta red de trenes de pasajeros de México– cree que estimulará el desarrollo económico muy necesario en el sur y sureste desfavorecidos de México.
El proyecto se ha enfrentado a una serie de desafíos desde que comenzó la construcción en 2020. Incluyen fallos judiciales que han detenido temporalmente el trabajo y una ardiente oposición de grupos ambientalistas, que dicen que la construcción y operación del ferrocarril representan una amenaza para la vida silvestre, los ríos subterráneos y la Selva maya.