La Zona Metropolitana de La Laguna es espacio de mucho talento y oportunidad, pero sobre todo, con mucha creatividad, como consecuencia aquí han crecido marcas como Tacostao, Boru, Costeñito, Papa Brothers, Pal Hogar, empresas laguneras de gente joven que se ha animado a hacer conceptos que se pueden replicar, incluso, en otras regiones.
El reto para estos emprendedores ya no se queda solamente en consolidar franquicias y abrir otras sucursales en esta ciudad o en la zona metropolitana sino que han llegado a otros estados y hasta hay algunos que se han animado a exportar.
«El talento hay, el talento existe, sólo hay que profesionalizarlo, darles esa patadita que a veces hace falta para impulsarlos, para que crean en su proyecto, que lo tengan bien estructurado, con buenos planes de negocio, con buenos análisis financieros, porque al final de cuentas, si no tienes un buen plan financiero, es muy complicado que una franquicia dure», explicó Eduardo Carmona González, director del Instituto Municipal del Emprendimiento de Torreón (IMET).
En la actualidad, no se cuenta con una estadística sobre los emprendedores que hay en la región, por lo que esta ha sido la primera labor a la que se ha avocado el IMET, se recopila información sobre cuántos son, qué están haciendo y qué es lo que necesitan para hacer crecer su negocio, en función de capacitación y apoyos, de forma que puedan contar con una profesionalización más profunda, que se traduzca en crecimiento y desarrollo de su marca.
INICIO COMPLICADO
Según la información obtenida del Censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), por cada 100 negocios que nacen al año en el país, 31 fracasan antes del primer año y otros 21 cierran definitivamente antes de cumplir el segundo año. Existen razones que motivan este fracaso, como son la falta de ingresos, no tener definidos indicadores y objetivos, una planeación deficiente y malas prácticas al momento de la ejecución de un proyecto.
De los 4.9 millones de establecimientos micro, pequeños y medianos, el Estudio sobre la Demografía de los Negocios de Inegi de 2020 estimó que sobrevivieron 3.9 millones, que representan el 79.2 % del total, y cerraron sus puertas definitivamente un millón 10 mil 857 establecimientos, que representan 20.8 %.
La supervivencia de un emprendimiento puede variar, el éxito y duración depende de muchos factores, desde la industria, la permanencia en el mercado, la competencia y una economía en general, aspecto que cada vez es más global. De esta forma, algunos negocios pueden cerrar en cuestión de meses y otros pueden prosperar durante décadas.
Son los primeros años de operación los más delicados, en lo que se refiere a superar los desafíos iniciales, para mantenerse en el largo plazo, el éxito en este sentido significa capacidad de adaptarse a los ambientes y mantener la satisfacción al cliente, gestionar adecuadamente las finanzas y mantener una ventaja competitiva.
BUSCAR OPORTUNIDAD
El espíritu emprendedor inicia con la búsqueda de una oportunidad, mediante la cuál, satisfagan a un mercado, ya sea con un producto o con un servicio, con factores de éxito y durabilidad.
El director del IMET, quien tiene amplia experiencia en la creación de franquicias, consideró que hay pasos fundamentales al identificar esta oportunidad. Se requiere de una planeación sólida, elaborar un plan de negocios con objetivos, estrategias y proyecciones financieras.
También deben contar con una propuesta de valor, un diferenciador es fundamental, pues se arriesgan a competir con otros negocios que ofrecen algún producto o servicio similar. Otro aspecto primordial es contar con un buen equipo de trabajo, capacitado y comprometido, con ganas de tener éxito a futuro.
«Es importante que financieramente estén sólidos, porque muchas veces, cuando empiezas a crear tu negocio, durante los primeros tres, cinco, o incluso los primeros 10 meses, tienes que reinvertir lo que está llegando a tu negocio, todo lo que entra te lo gastas en comprar más materia prima para seguir produciendo, lo que tienes que hacer es reinvertir lo que estás recibiendo para ir creciendo paso a paso, con finanzas sólidas», comentó Carmona.
La innovación constante sería otro de los pasos a seguir, pues es necesario pensar en nuevas tecnologías, medios electrónicos, cómo innovar los productos, para no quedarse obsoletos en lo que están desarrollando.
TERRENO FÉRTIL
La seguridad pública y la certeza jurídica de la región, aunado a la existencia de una gran cantidad de universidades, hacen de la región un terreno fértil para el emprendimiento, lo que permite la instalación de más negocios.
Cuando llegan marcas «anclas», en referencia a las que son reconocidas a nivel nacional e internacional, éstas jalan a otras marcas a dicha ciudad. El director del IMET señaló que este fenómeno se da porque las empresas hacen estudios, previamente a su instalación en alguna zona, para conocer cuáles otras compañías se encuentran ya aquí y conocer más sobre el mercado.
«En Torreón existe un potencial muy grande, últimamente nos hemos dado cuenta con las marcas que han llegado y las que están por venir, esto genera que más marcas, tanto nacionales como locales, proyecten la expansión de sus negocios y esto da mayor certeza a la gente que quiere invertir en esta ciudad», explicó.
En base a los datos preliminares que se tienen sobre el emprendedurismo en la región, el consumidor aquí responde de forma muy positiva a los negocios locales nuevos que a una franquicia, pero busca aspectos fundamentales en términos de calidad en el producto y satisfacción de su necesidad.
SERVICIOS A LA ALZA
En Torreón hay mucho desarrollo tecnológico en cuanto a páginas web pero también en empresas de servicios y de alimentos.
Eduardo Carmona señaló que muchos emprendedores le han apostado a la apertura de bares y restaurantes pero también hay mucho desarrollo de logotipos e imagen de las empresas, por lo que resulta muy variado el giro de los nuevos negocios en la región, aunque con la pandemia se observó un boom en las habilidades tecnológicas, desde entregas a domicilio hasta la creación de aplicaciones.
Aunque de inicio son negocios que muchas veces apenas generan el autoempleo, hay casos exitosos en los que llegan a contratar personal y de aquí dependen más familias.
Dentro de los casos exitosos, el director del IMET recordó a un emprendedor que inició en la cochera de su casa a vender tacos al pastor, con mesas y sillas que eran prestadas por una refresquera. En algún tiempo, el negocio se replicó en otras colonias, comenzó a rentar locales y empezó a crecer.
«Hoy están, a nivel nacional, en muchos lugares de México y ya tienen sus primeras franquicias en China, El Fogoncito», dijo.
Al comienzo, la mayoría nace en la informalidad pero lo ideal es que migren a la formalidad, para que se pueda consolidar con un espacio en físico y no se queden solamente en ventas por redes sociales. Entre las variables que influyen para tener una solidez y competir con otros negocios, está que sea financieramente atractivo, que tenga una marca y que sea comercialmente rentable.
AMOR AL CLIENTE
Si el negocio finalmente se ha consolidado y abre las puertas al público, el ingrediente final, pero no por ello menos importante, es la atención al cliente.
Sin importar el servicio o producto que se oferte, si la atención que reciba el cliente no le satisface, no regresa.
«Puedes abrir un restaurante y la comida puede estar buenísima, pero si te tratan mal, como cliente no regresas, entonces, la atención al cliente también es fundamental para esto», expresó Carmona González.