Debido a la sobrecarga de trabajo doméstico no remunerado, las mujeres recurren a la informalidad, revela informe ‘Tendencias laborales para 2024. La Era de la Adaptabilidad’ de ManpowerGroup.
Para contar con una mayor participación en el mercado laboral de mujeres es urgente eliminar sesgos y barreras estructurales como la sobrecarga de trabajo doméstico que obstaculizan la integración de las mujeres en el ámbito laboral formal, señala estudio de consultora.
El informe «Tendencias laborales para 2024. La Era de la Adaptabilidad» de ManpowerGroup revela que solo el 7 por ciento de las mujeres busca trabajar de forma presencial, el 8 % desea encontrar un trabajo totalmente a distancia y el 85 por ciento desea un empleo formal que les brinde la flexibilidad de horario necesaria para equilibrar su vida personal y laboral.
Indica que la sobrecarga de trabajo impide también a las mujeres que dediquen tiempo a capacitarse o estudiar, no alcanzan las horas del día para aprender lo que se necesita para el trabajo.
En un contexto donde la brecha de género tardará más de 100 años en cerrarse, México se ubica en la posición 110 de 146 en términos de Participación y Oportunidades Económicas, con una paridad del 60.1 por ciento, de acuerdo con el Foro Económico Mundial.
Es por ello que la sobrecarga de trabajo doméstico es uno de los factores que conduce a las mujeres a buscar esquemas de trabajo flexibles dentro de la formalidad o en el peor de los casos realizar actividades económicas informales.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que, en enero de este año, el porcentaje de hombres ocupados en la informalidad fue del 53.1 % de la población ocupada, mientras porcentaje de mujeres ocupadas en la informalidad se reportó en 55.5 por ciento.
Cabe mencionar que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha manifestado que las mujeres dedican casi el triple de tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado.
La presidenta de ManpowerGroup, Mónica Flores, dijo que con la sobrecarga de trabajo doméstico no remunerado, las mujeres tienen que trabajar menos horas o estar en puestos menos demandantes que implican sueldos más bajos o estar en la informalidad para trabajar en sus momentos libres.