El sindicato United Automobile Workers anunció el miércoles que estaba emprendiendo una campaña ambiciosa para organizar plantas propiedad de más de una docena de fabricantes de automóviles no sindicalizados, entre ellos Tesla y varias empresas extranjeras, un objetivo que durante mucho tiempo se le ha escapado.
La medida se produce semanas después de que el UAW obtuviera nuevos contratos de General Motors, Ford Motor y Stellantis que incluían aumentos salariales del 25 por ciento o más durante cuatro años y medio para sus 146.000 miembros empleados allí.
Además de Tesla, los objetivos de la campaña son otras dos empresas emergentes de vehículos eléctricos, Lucid y Rivian, y diez fabricantes de automóviles de propiedad extranjera: Toyota, Honda, Hyundai, Nissan, BMW, Mercedes-Benz, Subaru, Volkswagen, Mazda y Volvo.
Si el UAW logra afianzarse entre esas empresas, podría indicar un gran cambio en la industria automotriz estadounidense, donde los fabricantes no sindicalizados han tenido durante mucho tiempo una importante ventaja de costos sobre los fabricantes de automóviles de Detroit.