En el transcurso de poco más de dos horas de testimonio ante el Comité de Inteligencia del Senado, Burns y la directora de inteligencia nacional, Avril D. Haines, describieron una situación cada vez más grave para Ucrania, en la que Rusia está produciendo muchos más proyectiles de artillería y ha conseguido un suministro constante de drones, proyectiles y otros productos militares de dos proveedores clave.
“Es difícil imaginar cómo Ucrania podrá mantener los avances extremadamente reñidos que ha logrado contra los rusos, especialmente teniendo en cuenta el aumento sostenido de la producción rusa de municiones y las compras de Corea del Norte e Irán”, dijo la señora Haines.
Burns, que recientemente regresó de su décima visita a Ucrania, dijo que la guerra allí se encontraba en una encrucijada, tanto para la seguridad en Europa como para los intereses estadounidenses en todo el mundo.
Si la Cámara aprobara los 60 mil millones de dólares en asistencia de seguridad para Ucrania que fue aprobada por el Senado, dijo Burns, Kiev podría asestar un golpe estratégico contra Rusia.
“Nuestra evaluación es que, con asistencia suplementaria, Ucrania puede mantenerse en el frente hasta 2024 y principios de 2025”, dijo. “Que Ucrania puede seguir cobrando costos a Rusia, no sólo con ataques de penetración profunda en Crimea, sino también contra su flota del Mar Negro”.