Mucho antes de que tus amigos comenzaran a analizar demasiado tu lista de los 10 mejores de Spotify Wrapped y las ofertas del Black Friday inundaran tu feed, ya existía champurrado — una bebida rica y aterciopelada que te envolvía en calidez, como el abrazo de una abuela que siempre sabía cuando la necesitabas. Provenía de la tierra del maíz y el cacao, donde los olmecas, mayas y mexicas trabajaban arduamente creando pirámides, librando guerras y encontrando formas ingeniosas de proclamar su superioridad, a menudo con la ayuda del cacao, que no era solo un ingrediente. , sino una moneda.
Aquí está lo gracioso: champurrado No nació en algún palacio elegante con copas de oro. No, cobró vida en vasijas de barro, revueltas por personas que sabían cómo estirar algo bueno. Fueron el cacao y el maíz, dos ingredientes que literalmente construyeron civilizaciones. Los olmecas lo iniciaron y los mayas lo siguieron, añadiendo espuma y algo de dinamismo espiritual. Cuando los mexicas se hicieron con ella, la habían convertido en un estimulante de energía para los guerreros y un soborno para sus dioses. ¿Qué te parece eso de la multitarea?
Luego vinieron los españoles. Ellos aparecieron, señalaron todo y dijeron: “Mío”. Probaron el cacao y casi lo escupieron: era amargo, picante y definitivamente no era el postre que esperaban. Así que le añadieron azúcar, canela y suficiente dulzor para que fuera apetecible para sus sensibilidades europeas. Así, el champurrado tal como lo conocemos fue bautizado en la caótica familia de la humanidad.
Pero no quedó en manos de conquistadores ni de reyes. Se deslizó en las cocinas de la gente común, donde su propósito no era tanto los dioses y el oro como el de evitar que te congelaras el trasero en una mañana fría. Lo espesaron con harina de masaendulzado con piloncilloy lo revolví hasta convertirlo en algo que se sentía como en casa.
Hoy en día, el champurrado no es sólo una bebida. Es un superviviente. Es un recordatorio de que no importa cuán locas se pongan las cosas, siempre puedes cocinar a fuego lento un poco de cacao, agregar un poco de maíz y disfrutar de un momento de paz.
Receta Champurrado
Champurrado es un tradicional mexicano a base de chocolate. atoleperfecto para mañanas frías o reuniones festivas. Aquí te dejamos una receta paso a paso para hacerlo.
Ingredientes (4-6 porciones)
- 4 tazas agua
- 1 rama de canela
- 1 anís estrellado (opcional)
- 1 tableta (aproximadamente 3,5 oz) Chocolate mexicano (como Abuelita), picado
- 4 tazas leche (o leche de almendras para una opción sin lácteos)
- 1/2 taza masa harina (harina de maíz)
- 1/2 taza piloncillo (o azúcar moreno)
- 1 cucharadita extracto de vainilla
Instrucciones
- Cocine a fuego lento las especias:
- En una cacerola mediana, hierva 4 tazas de agua.
- Agrega la ramita de canela y el anís estrellado (si lo usas). Cocine a fuego lento durante 5 minutos para infundir los sabores.
- Disolver la Masa Harina:
- En un tazón pequeño, bata la masa harina con 1 taza de leche hasta que quede suave y sin grumos.
- Combinar ingredientes:
- Retire la ramita de canela y el anís estrellado del agua.
- Agrega lentamente la mezcla de masa harina a la cacerola. Continúe revolviendo para evitar que se formen grumos.
- Agrega el resto de la leche, el chocolate picado, el piloncillo (o azúcar moreno) y el extracto de vainilla.
- Cocine y revuelva:
- Calienta la mezcla a fuego medio, revolviendo constantemente con un batidor o cuchara de madera para evitar que se queme.
- Cocine hasta que el champurrado espese hasta alcanzar la consistencia deseada (unos 5-10 minutos). Debe quedar cremoso pero que se pueda verter.
- Pruebe y ajuste:
- Pruebe el champurrado y ajuste el dulzor según sea necesario agregando más piloncillo o azúcar.
- Servir caliente:
- Vierte el champurrado en tazas y sirve inmediatamente. Disfruta con pan dulce (pan dulce mexicano) o tamales.
Pensamientos finales
Champurrado es lo que sucede cuando el chocolate y el maíz se juntan y deciden darse un cálido abrazo en una taza. Bébelo tibio, bébelo espeso y no pienses demasiado en por qué te hace tan feliz. Te lo has ganado. O tal vez no lo hayas hecho. De cualquier manera, está delicioso.