En votación unánime el miércoles, la Cámara de Diputados de México aprobó una enmienda a la Ley de Protección al Consumidor que prohíbe las comisiones por compras realizadas con tarjeta de crédito o débito.
Los legisladores de la cámara baja del Congreso votaron 446-0 para aprobar el proyecto de ley, que ahora pasa al Senado para su consideración.
La legislación no sólo prohíbe la aplicación de comisiones sino que también establece sanciones para cualquier empresa que emita un cargo contra los consumidores que utilizan una tarjeta de crédito o débito.
Un comunicado emitido por la Cámara de Diputados tras la votación afirmó que el organismo gubernamental responsable de la protección del consumidor en el sector financiero, Condusefha detectado que algunos establecimientos comerciales imponen comisiones o cargos que van del 3% al 5% más sobre el valor total de la compra o servicio si el pago se realiza mediante tarjeta de crédito o débito.
Esta práctica viola el acuerdo firmado entre empresas e instituciones financieras en materia de terminales de punto de venta. El acuerdo establece que las empresas no deberían transferir tarifas excesivas a los consumidores.
El proyecto de ley que se dirige al Senado de México modifica el artículo 7 de la Ley de Protección al Consumidor insertando el siguiente texto:
“Quienes proporcionen bienes, productos o servicios tienen prohibido cobrar comisiones, tarifas, cargos adicionales o equivalentes a los consumidores que utilicen tarjetas de débito, crédito u otros protocolos como método de pago”.
“Otros protocolos” se refiere a cheques, transferencias electrónicas y cargos a tarjetas de crédito preautorizadas.
Si el proyecto de ley se convierte en ley, se podrían aplicar multas a los infractores de entre 701 pesos (42 dólares estadounidenses) y 2,2 millones de pesos (136.000 dólares estadounidenses).
El diputado del Partido Acción Nacional (PAN), René Figueroa Reyes, dijo al diario Proceso que la reforma es un paso para “eliminar la práctica corrosiva” que realizan muchos comercios para hacer creer a los clientes que es más costoso pagar electrónicamente que en efectivo.
Los consumidores deben tener la seguridad de que no tendrán que pagar tarifas adicionales cada vez que usen sus tarjetas de crédito, dijo Figueroa, y agregó que la reforma permitirá un acceso más equitativo a los servicios financieros y dará como resultado una mayor inclusión financiera para el público en general.
con informes de El Economista, Proceso y Reforma