Berlín. Volkswagen está en conversaciones con su socio en una empresa conjunta en China sobre su presencia en Xinjiang, dijo el miércoles después de que un periódico alemán informara de lo que dijo eran pruebas de la participación del fabricante de automóviles en trabajos forzados.
El asunto aumenta la presión sobre la mayor empresa alemana para que reconsidere sus lazos con China, concretamente en la región de Xinjiang, donde grupos de defensa de los derechos humanos han documentado abusos, como trabajos forzados en campos de detención.
El informe del periódico económico Handelsblatt afirma que el investigador independiente Adrian Zenz encontró pruebas del uso de trabajos forzados en la construcción de una pista de pruebas en Turfán (Xinjiang), explotada por una filial de la empresa conjunta de SAIC y Volkswagen.
“Volkswagen mantiene actualmente conversaciones con la empresa conjunta no controlada SAIC-Volkswagen sobre la futura dirección de las actividades empresariales en la provincia de Xinjiang. Se están considerando intensamente diferentes escenarios”, señaló un portavoz cuando se le preguntó por el informe.
SAIC no respondió de inmediato a una solicitud de Reuters para hacer comentarios.
Grupos de derechos humanos han documentado que la minoría étnica uigur es sometida a trabajos forzados en campos de detención de la región. Pekín niega tales abusos.
Zenz dijo en un correo electrónico a Reuters que había encontrado fotos y declaraciones en internet, incluso en el sitio web de una empresa de ingeniería contratada por Volkswagen y SAIC en Xinjiang, que indicaban que se había empleado a uigures para construir la pista de pruebas en el marco de programas de mitigación de la pobreza que, según expertos de la ONU, a menudo implican trabajos forzados.
Volkswagen dijo a Reuters que no tenía conocimiento de que se hubieran producido violaciones de los derechos humanos en la pista de pruebas, que se construyó junto con el centro de Urumqi, propiedad conjunta de los fabricantes de automóviles.
A la pregunta de por qué no se auditó la pista de pruebas junto con la de Urumqi el año pasado, la compañía señaló que no habría sido posible porque las dos instalaciones pertenecían a empresas operativas diferentes. No dio el nombre de las empresas.